LAS MANOS DE KI

Bienvenidos, soy Vanessa Gocksch, junto con mi compañero Juan Pellegrino, mis hijos, amigos y colaboradores soy quien estableció el Selvatorium en el 2014. Desde los comienzos uno de mis objetivos personales fue montar un taller de cerámica primitiva.  Siempre he trabajado en el sector de las artes y la cultura y en un principio hacia escultura, pero en el 2000 dejé la escultura y empecé a aprender a usar las nuevas herramientas digitales; animación, web, video en vivo etc. Quince años mas tarde, nos mudamos a la selva y decido que es momento de volver a las manualidades. Ya para esta época estaba involucrada en muchos proyectos, tenia hijos y responsabilidades, sabia que el proceso iba a ser lento y lo ha sido, pero, como dicen los Arhuacos de la Sierra; “Hay que ir sin prisa y sin pausa”. A continuación, un recuento de este proceso que aun continua…

Las Esculturas

Mi objetivo con las esculturas que estoy creando es lograr “re-encarnar’ algunos arquetipos femeninos que no son tan comunes dentro de nuestra cultura contemporánea occidental. Reanimar aquellas diosas que fueron aniquiladas en la antigüedad o en algún momento desde entonces al imponerse el dios único sin cara. También me interesa encontrar, crear, hacer nacer las diosas de nuestra era del Antropoceno.

Hace miles de años (o cientos o decenios, depende el territorio) cuando el imaginario de la gente aun estaba poblado de dioses, diosas, espíritus, duendes y otros seres mágicos existían estatuas que representaban estos seres. Estas estatuas eran consagradas para volverlas objetos de culto. Dentro de ellas moraban algunos filamentos energéticos del ser que representaban.  Eran estatuas que se podían venerar, a los cuales se podía orar, lugares para recordar lo sagrado, imágenes donde postrarse pedir y sobre todo agradecer el inmenso don de la vida. Después vinieron los guerreros de dios y uno de sus objetivos era borrar de la faz de la tierra estas estatuas divinas, sus templos y sus bosques sagrados. Hubo un diosacidio que duro muchos siglos.

Me interesa volver a las tres dimensiones estas imágenes perdidas que hoy solo vemos en libros o en museos. Es un lindo ejercicio recordar estas divinidades antiguas que nos vienen de una era cuando no había una sola verdad sino muchas. En una época habitada por no solo un dios, sino dioses y diosas y hasta hermafrodioseas.

Me interesa ampliar la gama de colores dentro del imaginario de lo que es feminidad; hoy día me parece que es muy limitado, tenemos los tres arquetipos principales; la virgen, la madre y la puta…Mas allá de esto en las películas de Hollywood, en la iconografía popular o de las 3 religiones del occidente, pocas veces vemos otros arquetipos femeninos.

Me interesa también este imaginario egipcio o mesoamericano donde los atributos de los humanos se mesclan con los de los animales. El inmenso narcisismo del ser humano y la sociedad contemporánea obsesionada con su propio reflejo, totalmente absorta en las peculiaridades de su corta existencia post moderna es una ceguera preocupante. A pesar de ser yo misma un producto esta sociedad materialista y tecno-maniático, intento darle espacio a los animales y las plantas en las obras. Recordar y respetar la interconectividad de todos los seres de este planeta.

A nivel técnico aprender a hacer esculturas con técnicas de cerámica primitivas ha sido algo frustrante. Las esculturas a diferencia de las ollas, platos etc. Se pueden demorar semanas o meses en construirse. En un principio estaba obsesionada con la idea de lograr quemar las esculturas con la técnica la mas primitiva, es decir en fogatas abiertas. El problema es que es mucho mas fácil que se quiebre una pieza de cerámica quemada en una fogata que en un horno. Rompí muchas esculturas de esta manera. Las niñas Kogui que observaban los desastres tenían tanta pena que ofrecían pegar los pedazos. Yo aceptaba las perdidas estoicamente, recordando las virtudes de la filosofía zen y asumiendo el cobro de la naturaleza como inevitable. Finalmente decidí que esta terquedad técnica/espiritual no era muy eficiente y a comienzos de 2023 empecé a hacer moldes de mis esculturas y quemarlas mas bien en horno de leña. En las fotos que presento, hay algunas esculturas aun crudas (que se rompieron al quemar) y otras ya quemadas. Es una obra aun joven, de aprendizaje.

Los Objetos Utilitarios

Hacer objetos utilitarios a sido mi camino para aprender la técnica de la cerámica.  Aunque me gusta hacer objetos utilitarios, no es lo que prefiero hacer, pero es interesante saber hacer lo necesario para una cocina. Además, cada objeto y sus usos diferentes me obliga a aprender diferentes técnicas. También me interesa poder compartir este conocimiento de la cerámica ancestral con personas del campo, en especial pueblos indígenas, y para estas comunidades lo que mas interesa es hacer ollas por ejemplo. Anteriormente todos los pueblos de Colombia sabían hacer cerámica, pero hoy día quedan muy pocos que aun tienen este conocimiento. Es una lastima, ya que depender de la industria para la indumentaria necesaria en una cocina es también depender del dinero y alejarse un poco mas de la tradición y autonomía.

Aprendí las técnicas de cerámica primitiva con varios maestros y por medio de libros y el internet. Desde algunos años también he empezado a compartir mis aprendizajes con algunas personas indígenas o no y a sido muy gratificante. Hay mas información acerca de esto en la sección llamada “Aprender y Enseñar”.

Hoy día preparo mi propia arcilla combinando varias que encuentro en la montaña. A estas le agrego chamote (cerámica cocida rota y molida) y formo las piezas a mano o a veces utilizo moldes que he fabricado con yeso. La mayoría de­ las piezas utilitarias las pinto con tierra sigilata que fabrico con arcillas de diferentes colores. La técnica de la sigilata es una técnica que no es primitiva, sino mas bien un invento romano, pero las piezas quedan mucho mejor selladas con esta técnica que con la del bruñido, que demora además mucho mas tiempo en lograr. Para terminar de sellar los vasos y platos, utilizo cera de abeja. Las ollas no llevan recubrimiento y están hechas mas gruesas y con un chamote mas abundante y grueso para aguantar los cambios de temperatura. Los objetos utilitarios son quemados a veces en fogatas abiertas o en el horno de leña. En las fogatas abiertas se logran colores muy lindos que son el resultado de los diferentes combustibles utilizados (coco, madera, acerin etc.) y las entradas de aire espontaneas. La quema en horno generalmente da un resultado mas homogéneo.

Los Objetos para Ritual

Desde que comencé a involucrarme en la cerámica, me han solicitado la creación de objetos para uso ceremonial o sagrado. En primer lugar, los Kogi me pidieron pequeñas ollas, guardan ciertos elementos dentro de ollas de barro que siembran en sus propiedades para proteger sus viviendas. También me solicitaron ollas de mayor tamaño para cocinar alimentos que son ofrendados el día de una boda, los cuales deben ser preparados en una olla nueva.

Amigas también me han pedido la fabricación de recipientes especiales para recibir la sangre menstrual y ofrecerla a la madre tierra. Estos objetos se encuentran en la galería de esculturas. Otras amigas me han encargado la creación de sahumerios, que son recipientes especiales utilizados para quemar inciensos y copal durante diversas ceremonias. Además, me solicitaron la fabricación de un recipiente especial para el yagé de la comunidad Inga de San Miguel, en el bajo Putumayo.

Es maravilloso crear estos objetos sagrados, ya que puedo infundir intención durante el proceso de creación. Al pensar en el propósito del objeto y quién lo utilizará, deposito todos los buenos pensamientos para que el objeto cumpla aún más su propósito espiritual.